
Los libros son acogedores y nos permiten sobrellevar los exilios de los que se compone cada vida, nos permiten pensarlos, construir nuestras moradas interiores, inventar un hilo conductor para nuestras historias, considerarlas con humor, reescribirlas día a día. Y a veces nos empujan a atravesar océanos, llevados por el deseo y la fuerza de descubrir paisajes, rostros jamás vistos, otras tierras, donde otros encuentros serán quizás posibles. Abramos, por lo tanto, las ventanas; abramos los libros."
"La lectura hace posible la narración interior. (...)Leer permite desencadenar una actividad narrativa y construir puentes entre los eslabones de una historia y entre universos culturales diferentes.""La lectura abre un espacio donde las relaciones se sosiegan, gracias a la presencia y al uso de objetos culturales, donde cada uno se relaciona con los otros por una multiplicidad de lazos, pero donde desarrolla un sueño propio, elabora un espacio íntimo, secreto, a partir del cual se concibe como separado, capaz de un pensamiento independiente."
"Ray Bradbury dice que los libros cosen las piezas y los pedazos del universo para hacernos con ellos una vestimenta. Y cuando yo escuchaba a esos adolescentes, a esos jóvenes contándome sus descubrimientos en los libros, me venía a la cabeza la imagen, precisamente, de un tejido progresivo que habían ido confeccionando con la ayuda de una historia, un cuento, dos frases extraídas de un libro o de una canción, y que les había ayudado a edificar su casa interior. Me han hecho comprender que si estamos habitados por muchas pequeñas historias es más fácil pensar la historia propia, emplazarla en un conjunto y pensar el lugar propio en espacios ampliados."