viernes, 30 de enero de 2009

COMTE-SPONVILLE

La felicidad fallida o las trampas de la esperanza" (fragmento)
de "La felicidad desesperadamente"

Mientras el deseo es carencia, la felicidad se nos escapa". Para ilustrar este punto nos brinda cuatro ejemplos de los cuales yo elegí el siguiente:"Hay muchos niños, en nuestros países ricos, que desde fines de octubre escogen el juguete que van a pedir para Navidad.

Desean tanto ese juguete, les falta tanto, que queda excluído que puedan ser felices por un instante de aquí a Navidad. Estamos a finales de Octubre: la felicidad se aplaza durante dos meses. Por suerte, los niños olvidan de vez en cuando que ese juguete les falta, por lo tanto, a veces, les sucede que son felices por inadvertencia. Sin embargo, en cuanto piensan en ello, se vuelve imposible: ¡les falta demasiado! Se dicen: "Qué feliz sería si lo tuviese". Pero no lo tienen y, por lo tanto, no son felices.

Su espera les separa de la felicidad.Llega la mañana de Navidad. Todo está bien. (la mañana de Navidad forma parte de los momentos que son más bien fáciles de vivir). Pero, despues de la mañana de navidad, viene indefectiblemente la tarde de navidad. Y ahí algo empieza oscuramente a corromperse, a ensombrecerse, a estropearse... El niño se pone un poco más nervioso y gruñón, como si estuviese descontento. Los padres tambien se ponen nerviosos: "¿que ocurre? ¿no estás contento?¿no es lo que tu querías?".

El niño responde: "Sí, es exactamente lo que quería". ¿Qué sucede? Como no ha leído a Platón, no puede responder realmente. En cambio, si lo hubiese leído, diría: "Lo que estoy comprendiendo es que es muy fácil desear el juguete que uno no tiene, el que a uno le falta, y decirse que uno sería feliz si lo tuviera...Pero que es mucho más dificil desear el juguete que uno tiene, ¡el que ya no falta!

En el fondo, es lo que explica Platón: el deseo es carencia. Pasa la tarde, luego la cena. El niño se acuesta y, cuando su padre va a hacerle los mimos habituales, el niño pregunta:
" Papá ¿cuando es Navidad?
El padre queda desconcertado: Navidad es hoy.
"Sí, ya sé, responde el niño, quiero decir...la próxima Navidad"
Y se inicia un nuevo ciclo.