lunes, 23 de marzo de 2009

ITALO CALVINO

El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno,

el que ya existe aquí, el que habitamos todos los días,

que formamos estando juntos. Hay dos maneras de

no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar

el infierno y volverse parte de él hasta el punto de

dejar de verlo. La segunda es arriesgada y exige

atención y aprendizaje continuos: buscar y saber

reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es

infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio.



«Las Ciudades Invisibles» (1972)