domingo, 5 de abril de 2009

ALBERTO CAEIRO

Sí, escribo versos
y la piedra no escribe versos.
Sí, hago ideas sobre el mundo
y la planta no.
Pero es que las piedras no son poetas,
son piedras;
y las plantas son sólo plantas,
y no pensadores.
Tanto puedo decir que soy por esto superior a ellas
como que soy inferior.
Pero no digo eso:
digo de una piedra: "es una piedra";
digo de la planta: "es una planta";
digo de mí: "soy yo".
Y no digo nada más.
¿Qué más hay que decir?