lunes, 8 de febrero de 2010

ANDRE GIDE

La sinceridad no me interesa, en arte, más que cuando es difícilmente consentida. Sólo las almas muy banales alcanzan fácilmente la expresión sincera de su personalidad. Pues una personalidad nueva sólo se expresa sinceramente en una forma nueva. La frase que nos es personal ha de ser particularmente difícil de tensar como el arco de Ulises.

DIARIO