Arisca y un poco abstracta,
Babélica y a veces bostezante,
Carnal y cortesana,
Densa, dominadora,
Emancipada y escenográfica,
Feroz y fosca,
Gutural, gramática,
Húmeda, honda,
Insidiosa y a veces ingenua,
Jerigonza, jacobina,
Lábil, lenta,
Melancólica, mustia,
Neurótica, nostálgica,
Ojerosa, onomatopéyica,
Púber y a veces pusilánime,
Quimérica, quisquillosa,
Rebelde, rumiadora,
Solitaria y a veces salvaje,
Telúrica, túrgida,
Uterina, umbilical,
Vehemente y siempre vulnerable.
Mostrando entradas con la etiqueta CRISTINA PERI ROSSI. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta CRISTINA PERI ROSSI. Mostrar todas las entradas
lunes, 8 de febrero de 2010
martes, 27 de enero de 2009
Cristina Peri Rossi .La rebelion de los niños
fragmento :
"En realidad, la profundidad me da vértigo. Por eso he decidido no pensar más, para no caerme. La menor cosa: La meditación acerca de una pequeña pieza del motor de un automóvil, me conduce, por asociaciones y analogías, a otras meditaciones, y así sucesivamente, de manera que la pequeña pieza del motor del automóvil se convierte en el centro de un universo de inquisiciones, de las cuales el vértigo se desprende, como fruto maduro, y con él yo me caigo al pozo, un pozo que me da miedo.Los demás no tienen pozo o lo han tapado. Si consiguiera bastante arena, yo también lo taparía, pero no creo que alcanzara la que he visto en las playas, y además, es una arena sucia: Tiene deshechos de embarcaciones, de bañistas y de amantes. El amor también deja sus huellas. Sus desperdicios, sus residuos, y a veces el viento, el mar, la brisa que sopla, no se los quieren llevar.Y el día que consiga no pensar más, nadie lo notará, ya que la mayor parte de la gente que conozco ha resuelto hacer lo mismo"
"En realidad, la profundidad me da vértigo. Por eso he decidido no pensar más, para no caerme. La menor cosa: La meditación acerca de una pequeña pieza del motor de un automóvil, me conduce, por asociaciones y analogías, a otras meditaciones, y así sucesivamente, de manera que la pequeña pieza del motor del automóvil se convierte en el centro de un universo de inquisiciones, de las cuales el vértigo se desprende, como fruto maduro, y con él yo me caigo al pozo, un pozo que me da miedo.Los demás no tienen pozo o lo han tapado. Si consiguiera bastante arena, yo también lo taparía, pero no creo que alcanzara la que he visto en las playas, y además, es una arena sucia: Tiene deshechos de embarcaciones, de bañistas y de amantes. El amor también deja sus huellas. Sus desperdicios, sus residuos, y a veces el viento, el mar, la brisa que sopla, no se los quieren llevar.Y el día que consiga no pensar más, nadie lo notará, ya que la mayor parte de la gente que conozco ha resuelto hacer lo mismo"
Suscribirse a:
Entradas (Atom)