sábado, 4 de abril de 2009

Helge Krog

Ella esperaba que todo lo que ha ocurrido nos ayudaría a nosotros también a salir de nosotros mismos y emprender una vida nueva. Pero no puede ser; es demasiado tarde. Hemos construido los muros a nuestro alrededor tan anchos y espesos que al final fueron fueron más fuertes que nosotros.. Aunque tuviésemos corazón para derrumbarlos, no tendríamos fuerza para ello. Hemos querido algo inconcebible. Hemos querido parar la corriente de la vida en nostros mismos y guardarla. Creíamos que lo habíamos conseguido, que ya teniamos apresada la corriente dentro de nosotros, pero no observamos que entonces ya no había corriente, tan sólo había remolino. Tú puedes tener una orilla junto a un río y fuerza en el río cuando pasa por delante de ti, poseer la vida cuando pasa por ti. Pero el río, la corriente.. eso no puedes tenerlo; la vida no puedes poseerla; seguirá su curso, hacía el mar. Si pretendes pararla, tenerla, entonces se muere en ti y entonces mueres tú mismo, porque la vida no está en ti.. Nadie se da cuenta del día hasta que se pone el sol.
La Ruptura